MES DE ENERO MUUUUY ABURRIDO

Se acabó Enero y empezó Febrero de la misma forma. Ni una salida en quad, ni un fin de semana libre.

Muchos compromisos, ¡algunos geniales como el reencuentro de los alumnos del colegio de EGB!! Hacía 26 años que no nos veíamos!! y fue increíble!!

 
Y mucho trabajo mecánico en mi Suzuki LTZ para dejarlo a punto para las salidas de este año, que espero que sean muchas a partir de ahora.
 

Tan solo destacar como cambio importante entre mis compañeros de ruta, de la nueva adquisición de Jorgito, que cambió a pelo su LTZ (le iba un pelín grande en potencia y tamaño) por un ATV Kawasaki KVF360 Prairie, al que le dimos un buen bautismo… como podréis ver más abajo en esta entrada.

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Aquí comienza la crónica….

Un par de semanas antes del día de Reyes, trabajando en la Carroza que sacamos cada año en la cabalgata, Jordi estaba intranquilo con su quad. Como siempre desde que vendió el pequeño pero conducible quad Derbi DXR250 para comprarse la pequeña bestia de 400cc. de Suzuki, un LTZ de segunda mano muy potente. Mucho más que salido de serie.

Desde el primer día que notó que no lo dominaba como el quería. Que no era el Derbi. Que este mordía si te pasabas con el gas…

Aún así, no fueron pocas las salidas que compartimos con el cacharrito. Desde grandes rutas por toda Cataluña, como salidas domingueras por nuestras zonas. Han sido dos años  en los que Jordi ha disfrutado y sufrido con su LTZ, sin más incidencia que la del vídeo de arriba…

Pero no estaba contento. No estaba a gusto… Buscaba otra cosa. Algo más tranquilo. Sin tanto nervio. Sin tener que estar pendiente constantemente del gas.

Y lo encontró cuando otro buen amigo mío, quería venderse un ATV Kawasaki sencillito, algo viejito, pero sin uso, ya que es dueño de una flota de camiones importante y lo tenía para moverse por la campa donde los aparcaba y el taller.
Apenas 3000 km en 6-7 años. No está ni rayado. Plásticos nuevos. Hierros y bajos sin un solo arañazo. Impecable… Bueno, con mierda de varios años, pero solo polvo y barro.
 
Me comentó que lo quería vender para comprarse algo más potente, más agresivo… para empezar a hacer salidas.
Sumé A+B y los presenté.
El lunes siguiente, cada uno tenía el vehículo que deseaba, pagando solo un cambio de nombre. Hice felices a dos desdichados. ¿se puede pedir más?

El Kawasaki tenía un problema de arranque en frio, que pensamos podía ser carburación, pero que acabó siendo la válvula de escape que se enganchaba. Un reglaje, carburación y, de momento, como nuevo.

Para estrenarlo, después de un cambio de neumáticos, aceite, filtros, etc. lo subimos al camping y salimos con los niños a dar una vuelta, a probar un poquito reacciones y capacidades del nuevo trasto. Y nos sorprendió. Facilidad de conducción es la palabra.  Ni barrizales ni charcos ni paredes parecen pararlo.

Tan fácil es, que hasta mi hijo de 7 años se atrevió a llevarlo sin problemas.
Alex intentó pasar por el agua con su pequeño 49cc pero se le mojó la correa  de transmisión, le patinaba… y tubo que ser rescatado.

El pequeñajo se enfadó tanto que a Jorgito se le ocurrió la brillante idea de dejarle el Kawasaki para que lo intentase de nuevo… y a Alex no le dio ningún miedo…

A Jorgito le dio envidia y probó con el quad de Alex…

Y tanto se animó, que se animó con el Kawa y pasó lo que tenia que pasar… Espero que os riais lo que yo me reí hasta que tuve que sacarlo…
El pedazo de animal pretendía que lo sacara sin que él se bajara del cacharro. Por supuesto, lo hice bajar para que también estirara de la eslinga… !
Aquí lo tenéis en versión cómica!!!

Y es que no entiendo la manía de mis colegas en llenar el ATV de agua… Una muestra:

En breve, empiezo con la serie de “bricos” para mantener un quad en perfecto orden de uso.

!Un saludo amiguitos!!!!

 

Frase del día:

“!Sé lo que es el trabajo duro… Lo sé porque lo he visto!!”
El gran Wayoming