PUENTE DE MAYO - 1 Y 2 DE MAYO DE 2009

Lo primero es lo primero.
GRACIAS a todos los participantes por hacer posible un fin de semana inolvidable. Gracias a todos los que con su esfuerzo ayudaron a que todo saliera perfecto. Gracias a mi mujer, que me aguanta todas las tonteras que se me ocurren, y a mi suegra, que al contrario de lo que suele pasar con las suegras, quiero como a una madre.

LA HISTÓRIA DE LA SALIDA.

Todo empezó como una broma. Asistimos a una salida organizada por la peña Piratas (MBPequip), por la sierra del Cadí, prepirineo catalán, en donde nos cayó el diluvio universal. Como el tiempo que estuvimos pilotando juntos lo pasamos tan bien, decidimos repetir en cuanto hubiese ocasión, y aprovechando que tenía dos días seguidos de fiesta coincidiendo con el día del trabajador, festividad del 1 de Mayo, me puse manos a la obra y preparé un par de rutas de dificultad media-baja pero de gran dureza y belleza, por la zona que mejor conozco actualmente en quad. El Berguedà y la zona del Lluçanes.

Aprovechándome de nuevo de la infraestructura montada por la buena gente del foro Vehículos offroad, publicité la salida para todo el que quisiera apuntarse, reuniendo gran cantidad de amigos, tanto viejos conocidos como nuevos fichajes.
Alquilamos los dos bungalows del camping y llenamos las caravanas de gente, además de los que vinieron solo para el viernes o solo para el sábado, en total 19 quads y 22 personas entre pilotos y copilotos… más acompañantes y niños… Un regimiento.

JUEVES NOCHE – Después de una dura jornada de trabajo, a las 19:30 pongo rumbo hacia el camping con la familia, bajo la lluvia más torrencial que recuerdo por la zona…
Ya empezamos…
Después de una semana de sol primaveral y temperaturas más que agradables, el maldito jueves amaneció con un cielo gris oscuro que se iba a desplomar sobre nuestras cabezas. Los augurios de los expertos climatólogos decían que durante todo el jueves y al menos hasta el mediodía del viernes, el riesgo de lluvia era alto…
más agua no, por favor.

Una vez allí, los preparativos se suceden. Montar carpas bajo la lluvia, preparar bombonas de butano, descargar carbón y parrilla de la furgoneta, preparar equipo de foto, video y GPS para el día siguiente, poner todas las baterías a cargar… Rutina.
Me voy a dormir a la 1 de la madrugada, lleno de nervios por el clima tan adverso y agotado físicamente.

VIERNES MAÑANA – A las ocho en punto, arranco el quad para dirigirme a la salida del camping, en donde ya esperan Jordi y Emilio, junto con Javi (hermano del SOSI), Sara, David y Saray, que llegaron muy temprano.

JacLTZ, Pili y su hijo, se retrasan, pero están en camino, al igual que Gas y familia, que ya tenía claro que no participaría en la salidita mañanera para poder instalarse y descargar bártulos.

El último en llegar, Salva el “OSO”, a media mañana, cuando ya nos habíamos ido.

Mi cuñado Raúl, se queda en dique seco intentando recuperarse de una lesión de hombro, guardándose para la salida grande de la tarde.

JacLTZ venía muy mosqueado porque algún Hijo de la Gran… Bretaña se entretuvo en sabotearle los quads que tenía aparcados en Guardiola, con ruedas deshinchadas y algún cable que costó encontrar, desconectado y escondido a conciencia.
La envidia es muy mala.

Después de revisar, comprobar y reparar durante toda la semana, el Daelim rojo aún dio algún sustillo, al no arrancar a primera hora de la mañana y necesitar pinzas para poder hacerlo. Por suerte rugió sin problemas y pudo salir.

Así, pusimos rumbo a las montañas circundantes, con un cielo amenazante pero por suerte sin agua, con cantidad de barro y cientos de charcos, para visitar los caminos más representativos de la zona, desde trialeras, pasando por la casa-rancho de “Nani” Roma (ganador del Dakar), y acabando en un montículo adrenalínico donde nos hartamos de subir y bajar pendientes imposibles.

Almuerzo en Prats del Lluçanes, repostaje de quads para la ruta de la tarde, y de vuelta al camping por carretera, para preparar cuanto antes la barbacoa.

VIERNES MEDIODÍA – Ya nos esperaban Salva, Gas y todas las familias, para prenderle fuego al carbón y poner en marcha la BARBACOA con mayúsculas. Montse (mujer de Gas) compró carne de la buena en cantidades apabullantes, como para una boda.

Costó un pelín encender el carbón, debido a la humedad del ambiente, pero fue prender, y empezar a meterle butifarras, chistorras y costillitas de cerdo. Una delicia de aromas llenó el aire.

Mientras tanto, los demás descansaban o preparaban la mesa, con un buen rollo cojonudo.

La sobremesa se alargó lo justo para salir disparados para la ruta grande, antes de que la morriña hiciera mella en el espíritu aventurero.

VIERNES TARDE – Rutón. Ya con todos los efectivos preparados, nos pusimos en marcha 10 quads, con sus 10 pilotos más tres acompañantes-sufridoras dispuestas a todo. Apenas recorridos 3 kilómetros, un terrible charco, la falta de experiencia y una encina que iba en dirección contraria a más velocidad de la permitida, llevaron a una colisión leve, pero que nos puso el corazón en un puño a todos.

Fuerte golpe en el hombro de David, más fuerte aún en los trapecios delanteros del Daelim negro y un cacho de defensa necesitada de un kilo de “Superglue3”.
El arbolito sobrevivirá, aunque le quitamos tres puntos del carné por conducción temeraria. Estos jóvenes…

Con un sol casi irreal, un cielo azul profundo, lleno de nubes, pero de las bonitas y esponjosas, como de algodón, un terreno blandito y lleno de barro, una primavera que le está sentando de maravilla al monte en flor y a los campos sembrados de un verde intenso hasta el dolor… es una delicia dejar pasar los kilómetros ante tanta belleza natural… Se llena el cerebro de imágenes y olores inolvidables.

Alguna parada para dar un respiro a las sufridas copilotos y a algún novatillo al que se le acumulaba la faena, eran aprovechadas para soltar humo de tabaco.

Es curioso, pero casi nadie paró a mear… iban mujeres y todos aguantaron como machotes...
Ya veréis la próstata… ya…

Nos dirigimos hacia la Quart, en donde encontraríamos una de las primeras dificultades. Una trialera sencilla, aunque con un par de puntos muuuuy complejos y comprometidos que no todos superaron, ni siquiera gente con experiencia que también se vio en apuros.

Destacable el mal rato de Emi, y el arrojo de mi cuñado Raúl intentando sacar del problema el Suzuki atorado y que por exceso de ímpetu casi se pone por sombrero con un caballito brutal en plena trialera que ni el Jordi Tarres en sus mejores tiempos. Luego nos dimos cuenta que el embrague del Suzuki había cedido, con lo que era casi imposible de controlar en ese difícil terreno.

Un destensado del cable y todo arreglado.

Con la adrenalina aún surgiendo por los poros, realizamos un corto enlace por carretera hasta una pista que sube ligeramente hasta situarte en la cresta de una montaña con unas vistas impresionantes al “Serrat de les tombes” o “Sierra de las tumbas”, que luego baja 200 metros de desnivel en apenas 350 de pista… una pendiente de casi el 60%, de 200-300 metros de longitud y llena de resbaladizas losas de piedra recubierta de barrillo húmedo y acumulaciones de canto rodado que hacían inútil el uso de frenos…

LA BAJADA MORTAL… Momentos de pánico, algunos de autentica risa, pero inolvidables de nuevo. Cada uno bajaba como podía. Los más experimentados, controlando muy suavemente los frenos y la retención del motor, pero intentando no bloquear. Los más nuevos, como podían, llegando incluso a mascarse la tragedia en un par de ocasiones.

Y el más espectacular, Emi, que bajó casi gas a fondo….
La cara de los que esperaban abajo era un poema… saltando e intentando alejarse del inminente impacto… pero no pasó nada… Genio y figura…

Paramos a beber de una fuente natural de agua helada que tenemos como recurso cada vez que pisamos la zona, en un paraje como de cuento de Tolkien, esperando ver en cualquier momento a enanos, trasgos u orcos aparecer entre la maleza. Pero lo único que vimos fue a las “Saras” trotando y escalando por los alrededores cual cervatillos, con el calzado más inadecuado del mundo.

La llegada a Fiuves, aldea donde nació la idea de conservar el “Ruc Catalá” (burrito catalán), especie protegida y en serio peligro de extinción, fue relajante, aunque empezaba a hacerse tarde. Para llegar hasta allí, una pista bastante dura y rocosa que nos dejo bastante rotos, con algún vadeo de riachuelo que cruza el camino varias veces.

Los kilómetros se amontonaban y el GPS, como no, empezó de nuevo a fallar.
Decidimos seguir mi GPS interno y buena memoria para llegar a Olvan y continuar ruta, de nuevo por pistas viejas y rotas en busca del vadeo definitivo.

El sol se escondía y el frio empezaba a hacer acto de presencia. Solo pensaba en las “Saras” y sus zapatillas deportivas y gordos calcetines chorreando… y en sus posaderas destrozadas de tanto traqueteo. “Pobrecicas”.

Intentamos los vadeos prometidos en el foro vehículos offroad, ya casi de noche, pero el único que consiguió éxito (y por muy poco no fue trajedia) fue Salva el “OSO” con su Polaris Sportman 800 submarino. Los demás, viendo lo mal que lo había pasado él, desistimos sin dudarlo. Cobardes capitán de las sardinas… Demasiada agua y demasiada profundidad para los deportivos.

VIERNES NOCHE: - Los descerebrados de siempre, decidieron realizar la nocturna prometida, aunque a esas horas yo ya buscaba la ducha, la cena y la cama con delirio, pero lo prometido es deuda y para allí que fuimos.
En el primer barrizal inmenso, trampa a donde llevaba a los que me seguían para hacerlos caer… allí que me engancho yo, como si fuera nuevo.
Me puse de mierda hasta arriba, y es que había cambiado bastante desde la pasada semana. Era más profundo y con más cantidad de pegajoso fango.
El gigantesco tractor John Deere del dueño de las fincas, se había entretenido en derrapar por allí.
Con ayuda, consigo salir ante las risas del resto de acompañantes. Por suerte, ellos sí encontraron el paso bueno… o al menos, les enseñé por donde no debían pasar.

Unos fantasmagóricos kilómetros más tarde, sobre las 22,15h, llegamos a la gasolinera…. Cerrada.

Una maquinita debía permitir llenar con tarjeta o billetes. Pero el hueco de las tarjetas estaba tapado con cinta y los billetes nuestros no eran deseados. Imposible repostar.

De vuelta para el camping tras un refrigerio y sin cumplir la misión. Con más barro y frio del necesario, llegamos al camping en busca de una duchita caliente y algo que echar al buche.

Mi suegra ya se había encargado de cocinar lo que había sobrado de carne en la barbacoa y sin muchas fiestas, cenamos ya limpitos, recordando los buenos momentos del día.

SÁBADO MAÑANA: - Algunos de los más experimentados pilotos del camping… Y Jordi, Emi y mi cuñado Raúl (jejeje) decidieron no salir, reventados pero excusándose en lesiones severísimas (¿agujetas?).

Las chicas copiloto, Javi y David, tampoco se apuntaron.
Las “Saras” se marcharon con el hijo de JacLTZ para la civilización, pues debían trabajar. Y Javi y David teóricamente las acompañaban.

Pero no.

Se quedaron de campo y playa pululando relajadamente por el camping, y nos acompañaron a la paella.

Por otra parte, algo antes de las 8 de la mañana, ya habían llegado José Luis (el abuelo) con su Polaris Outlaw 500 (pepinaco), Marc y su cuñado Juan Carlos (Yamaha Raptor 660 y Blaster 200), Javi (Kawasaky 700 V-FORCE) y RubenBDN (con el DAELIM rojo) más GAS (GAS GAS 300), JacLTZ (LTZ400), Salva “OSO” (Polaris Sportman 800) y yo mismo con mi Suzuki LTZ 400 que salíamos del camping. 9 pilotos dispuestos a comernos el mundo.

La idea era intentar llegar al Catllarás, montaña que se nos resiste en las 2 salidas que hemos hecho juntos JacLTZ y yo mismo. Y esta vez, también quedó pendiente pisar nieve primavera en su cima.

Como idiota que tropieza dos veces con la misma piedra, me vuelvo a quedar enganchado en el mismo trozo de fango de la noche anterior… en el mismo sitio 7 horas más tarde… Esta vez, me bajé antes de ponerme perdido, y pedí ayuda…
Para que nos ensuciáramos todos…
Compartiendo…

Llenamos en la gasolinera de Prats y pusimos rumbo al Catllarás.

Pistas muuuy anchas y cuidadas (me temo que asfaltadas en breve) permitieron un ritmo bastante elevado hasta el camping Riera de Merlés. A partir de allí, la dureza del terreno se hizo patente en los antebrazos y piernas de los pilotos, necesitando un descanso que reviviera las extremidades.

El traqueteo también suelta la próstata, obligando a la gente a deshacerse del “agua de las olivas”. Impresiona la velocidad con la que extraigo mis cámaras de fotos e inmortalizo esos momentos mingitorios de la peña necesitada. Una muestra en fotos…

La paliza del día anterior, sumado a la dureza de la ruta hasta Vilada, hizo que al llegar al restaurante y comprobar las espectaculares vistas desde su soleada terraza, decidiéramos alargar un pelo más de lo necesario el almuerzo, con chistes de Marc y JcBlaster y risas de todos.

Al tener que estar antes de las 14:30 horas en el camping, bajo amenaza de comer gachas en lugar de paella, decidimos no ascender la montaña nevada y nos dispusimos a realizar el camino de vuelta por carretera hasta Alpens, y conseguir cerrar via GPS una ruta que GAS y Javi de Espinelves andaban buscando.

En Alpens, aprovechamos para realizar algunas tomas de acción, cortando pista para evitar problemas. A destacar la increíble acumulación de barro en el Suzuki de JacLTZ, ideal para sembrar césped o patatas…

Curiosamente, casi todo el tramo de vuelta estaba marcado como tramo cronometrado del Enduro Alpens-Vic a celebrar ese mismo domingo. Y es que en la zona se vive intensamente la montaña en especial y el motor en particular.

Ese mismo fin de semana, otro enduro se disputaba también por la zona, el 1er. Enduro de Balsareny…

Afición, respeto y cuidado del medio ambiente.

Cuna de campeones tan conocidos como los Dakarianos Nani Roma o Marc coma. Deberían aprender en otros municipios de España.

La pista desde Alpens a Prats del Lluçanes gira y se retuerce por la comarca, aunque sin ninguna dificultad. Son pistas anchas y limpias, bien cuidadas, aunque un pelín aburridas, con algún charquito por culpa de la tromba de agua caída el jueves.

La vuelta se hace bastante rápida, y en menos de 1 hora estamos de nuevo en Prats del Lluçanes.

Foto final de todo el grupo con los Pirineos nevados de fondo, y ponemos camino directo a las paellas, dentro del horario previsto.

Éxito.

Durante el rato de la salida, los que se quedaron aprovecharon para hacer cositas:

Subir los quads al camión, llenitos de barro… luego bajarlos para limpiarlos por indicación coherente de Jordi. Después le colocaron gratis el fondo plano “difusor” en el LTZ… Esto sí que es buen servicio de MBPequip.
Compras barato en Barcelona y te lo montan IN SITU en cualquier punto de Catalunya a cambio de una “paellica”.

Más tarde, Mari, la mujer de Jordi, se dio una vuelta con el Daelim negro, ¡pilotando ella sola!
Algo tan difícil de ver como un hombre pariendo trillizos de parto natural.
Y no le hacen ni una foto… ¡Cagoentó!

SÁBADO MEDIODÍA – A la noticia de que había paella multitudinaria para comer, se juntaron unos cuantos más de los que contamos en un principio, cosa que ya tenía más o menos prevista, aunque por suerte no faltó comida y nadie se quedó con hambre.

Donde comen 20 comen 35...

Una de las paellas se la curró Jordi, la de marisco.
La otra paella, Pili, de carne, buenísima, especial para los alérgicos al marisco, como yo. Por eso no puedo opinar de la de Jordi, porque no la probé, pero no quedó ni para los perrillos.

Y mi querida suegra, se curró la de los niños, un montón de ellos corriendo y gritando, jugando y riendo sin parar, demostrando que la vida sigue y que el mundo rueda y rueda…

En camaradería y buen rollo, transcurrió la sobremesa, con repaso a algunas de las imágenes tomadas en ruta.

Poco a poco, los compañeros se fueron despidiendo hasta la próxima salida, en donde nuevamente disfrutaremos del aire, del agua, del frio y del calor, del sol y de la luna, de la amistad y de las viandas… de la vida.

Luego por la tarde me subí al pedazo de 4x4 de JacLTZ, con Pili y los perrillos y hicimos un poco el cabra, atravesando algún riachuelo y subiendo alguna montañita… La excusa era ir a por pan y cava para la cena. Aunque eso es otra historia.

Roto físicamente pero feliz de espíritu, cansado pero orgulloso de lo vivido y compartido, me fui a dormir, esta vez sí, a pierna suelta…